Este artículo fue coescrito junto a Julio García Mera, ex jugador de Futbol Sala, Bi Campeón del Mundo con la Selección Espanola quien hoy actúa en el mundo de la innovación y las comunicaciones.
Juguemos a los parecidos razonables: veamos la cara de una startup y comparémosla con la de un equipo de futsal.
Arrancamos. Una startup es una organización humana con gran capacidad de cambio que desarrolla productos o servicios de base tecnológica requeridos por el mercado, donde el diseño y la comercialización están completamente orientados al cliente o usuario final, pero por sobretodo, para generar un impacto positivo en la sociedad. O sea, que en esencia es lo mismo que un equipo de futsal.
Personas de distintos orígenes, culturas y espacios de saber se juntan para (con y contra el tiempo) resolver intensamente un problema que viene determinado por múltiples factores. Y que por medio del desarrollo de ciencia y tecnología se ponen a disposición de resolver un problema complejo que permita crear valor y mejorar industrias que aun habitan en la zona de confort.
Personas zurdas, diestras y ambidiestras, altas, bajas, rápidas, que aguantan…y aquellas que hacen el desgaste preparando la jugada, para que quien defina al segundo palo abra las alamedas del 40x20 y podamos abrazarnos cada vez que cumplimos un objetivo. Esto es una startup.
Todas las personas rotan, colaboran y juegan en todas las posiciones.
En términos concretos se juntan quienes programan, diseñan, estudian el plan, conocen el contexto, se cuidan que no les entren por la espalda con apoyo legal, quienes comunican y todos juntos deben dar con la estrategia que permita una lectura del partido clara, planificada y preparada para enfrentar los desafíos inciertos.
Además, la startup en gran parte de los casos, recibe financiamento de inversores privados o, como se les llama en inglés, “business angels”. Suponemos que les suena. Porque todos hemos conocido muchos “ángeles” en nuestro deporte, y con apoyo de ellos, disfrutar el juego es más llevadero.
En ambos casos los equipos son la base y el motor de desarrollo, se resuelven desafíos en función de la incertidumbre, se toman decisiones en distintos momentos, contextos y estados de ánimo, necesitan apoyo de personas con más experiencia que pueda orientar un camino para recorrer.
El acto de pensar de manera critica nos permite obtener fuentes de inspiración, llevándonos a abrazar nuestro acervo cultural, los conocimientos específicos y las circunstancias que nos acompañan para encontrar respuestas. Observamos el entorno antes de tomar una decisión, que puede ser mejorada en función del acto de aprender cuestionando. Estos ejercicios son comunes en nuestros espacios.
Entrenar es la base del hábito para conseguir rendimiento, disfrutar es la base del juego para alcanzar el desarrollo.
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